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domingo, 22 de agosto de 2010

Poder naval e intereses marítimos: poder marítimo

PREPONDERANCIA DEL PODER MARÍTIMO
Edmundo Guzmán Lanfranco*

Hoy es indiscutible la supremacía del poder naval de los EEUU de NA., con sus poderosas y modernas flotas, que proyectan su poder a los océanos del mundo; disuaden cuando es necesario, controlan áreas del mar específicas por el tiempo requerido donde aparezcan crisis y muestran su bandera (presencia naval) en su rol como potencia mundial, política y económica, lo que le permite disponer de ingentes recursos para desarrollar y mantener su aparato militar.

Posee la mayor flota del mundo de los más sofisticados y poderosos porta aviones. Desde su advenimiento con el legendario USS”Langley” en 1922 a la fecha ha diseñado y construido 77 porta aviones, la más grandiosa arma jamás creada.

Durante la Segunda Guerra Mundial, su potencial económico, les permitió desarrollar un gigantesco programa de construcción de porta aviones de 1943 a 1946, diseñando y construyendo 23 de la clase “Essex” de 33000 toneladas de desplazamiento, 14 de ellos entraron en acción. Posteriormente muchos fueron modificados con la cubierta en ángulo, participando en los conflictos de Corea y Vietnam.

¿Dónde están los porta aviones? (“Where are the carriers?”), ha sido muchas veces la pregunta de muchos presidentes de los EEUU desde Franklin Roosevelt, el 7 de Diciembre de 1941, hasta nuestros días cuando surge alguna crisis en el mundo que compromete sus intereses. Es muy probable también que el almirante Yamamoto después del ataque por sorpresa a Pearl Harbor también se hiciera esa pregunta.

Hoy en sus inventarios dispone de 12, 10 nucleares y 2 con propulsión convencional el USS“Kitty Hawk” y el USS”John Kennedy”. Entre los nucleares tiene el USS “Enterprise” (1961) y 9 de la clase “Nimitz”. En servicio el último de estos desde el 2009 con el CVN 77 USS “George Bush” (padre). El costo de estos buques bordea los 5 billones de dólares sin el ala aérea. El ciclo de vida de sus reactores nucleares es de 15 años y su carga de combustible les permite navegar entre 800,000 á 1’000,000 millas. Sus reservas de gasolina de aviación alcanzan para que sus aviones y helicópteros operen 16 días sin interrupción.

Todos estos buques se construyen en un solo astillero, el de Newport News Shipbuilding en el Estado de Virginia, cerca de Norfolk, recientemente éste astillero ha ganado un contrato con el gobierno por 161 millones de dólares por investigación y desarrollo para la próxima generación de porta aviones que será la clase CVNX y se vislumbra construir 10, uno cada 5 años, el primero estaría en servicio el 2013. Indudablemente irán retirando los más antiguos.

Es importante señalar que en el resto de Marinas del mundo existen 11 porta aviones muy inferiores en tamaño, capacidades y adelantos tecnológicos.

Estas fortalezas flotantes operan en los denominados “Carrier Battle Group,” concepción táctica estratégica que representan una importante fuerza militar disponible en tiempo de crisis y conflicto, también ejercen la misión de presencia naval, indudable símbolo del compromiso global que ejerce esta potencia en el mundo.

Según las necesidades estos grupos de combate están constituidos además del porta aviones por la cantidad que requiere la situación de los más modernos buques de superficie: cruceros clase “Ticonderoga”, destructores clase “Arleigh Burke” y “Spruance” y fragatas clase “Oliver Hazard Perry”, así como también submarinos de ataque nucleares y fuerzas anfibias con buques de la clase LHA “Tarawa” ó LHD “Wasp” y así los necesarios buques de apoyo logístico.

Tal vez la primacía del poder naval de EEUU. dure otros 100 años, en que éste país siga liderando el mundo como superpotencia, todo dependerá de como evolucionen los acontecimientos. Las naciones proyectan su poder militar según sus recursos económicos, pero el alto costo del mantenimiento y operación de la supremacía militar, pueden precipitar la decadencia del país como ha ocurrido en la historia. Podrá emerger como potencia China y así también crearse alianzas poderosas, el paso del tiempo lo dirá.

Para comprender totalmente el rol vital que el poder naval puede jugar en la política exterior de un país basta observar el hecho de que aproximadamente el 90 por ciento del comercio mundial es transportado por vía marítima, y casi el 70 por ciento de su población vive dentro de las 30 millas de costa. El nexo entre poder naval y política exterior no es nuevo. A fines de 1800, el almirante Mahan defendía la doctrina que el control del mar es la forma dominante de la política y enfatizaba el vínculo histórico entre diplomacia y poder naval. En los primeros tiempos, las grandes potencias acostumbraban enviar cañoneras a lo largo de ríos pertenecientes a Estados sobre los cuales pretendían influenciar; ahora la presencia de buques de guerra en puertos extranjeros sirve como vehículo de influencia y prestigio internacional.

Efectivamente, en periodos de crisis o tensión, la simple operación de una fuerza naval moderna puede indicar la actitud y grado de interés de su potencia patrocinadora. Un buque de guerra, al igual que una embajada de país extranjero, es parte del territorio soberano, y sirve para simbolizar y robustecer la imagen del Estado al cual representa. El hecho de que pueda desplazarse libremente les concede su calidad única de instrumentos de diplomacia internacional.

Actualmente, el poder naval representa nuevas dimensiones del poder destructivo, transporte distante de grandes cantidades de mercancías, comercio mundial sin restricciones a través de los mares, compromisos y alianzas expansivas a nivel, mundial, así como control de los mares en áreas específicas donde la fuerza dominante puede realmente influenciar en cualquier momento dado. El mundo del mar de hoy con los buques mercantes en el tráfico de mercancías de toda índole, es un buen mundo, un mundo prometedor, un mundo necesario, un mundo que debe conservarse. Es un buen mundo porque hace que las naciones dependan unas de otras y que se mantengan unidas a pesar de sus profundos nacionalismos.

El progreso económico del mundo, tal como se ha señalado tantas veces, depende en gran parte del libre intercambio de productos y materias primas usando el mar. Sin progreso económico no progresará la humanidad. Quiero concluir con una expresión que alguna vez hizo a un joven estudiante en 1953 ese gran estadista, historiador y premio Nobel de Literatura que fue Wiston Churchill dijo: “Estudien historia, estudien historia, en la historia se encuentran todos los secretos del arte de gobernar”. Derivan sabias interpretaciones de las lecciones de la historia para no cometer errores ó aplicar sus enseñanzas para tener éxito. Allí el énfasis que se debe poner en su consciente aprendizaje y enseñanza.

* Contralmirante MGP. Colaborador de «Foro Geomarítimo»

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