Pensamiento estratégico y geopolítico nacional: retos y posibilidades.
Jean Jesu Doig Camino*
“La estructura básica de la civilización es
una tensión dialéctica entre
centro y periferia”
William I. Thompson (1979)
Resumen
Este ensayo desarrolla en tres
etapas un ejercicio de razonamiento intuitivo, dialéctico y sistémico aplicado
a la realidad nacional con visión geopolítica integrada de país sustentable.
Expone las bases teóricas que sustentan el desarrollo práctico del proceso del
pensamiento estratégico y geopolítico, vinculado a su identidad nacional como
país marítimo, andino, amazónico, aeroespacial y antártico. De especial
importancia es el tratamiento metódico que operativiza el concepto espacial de
los intereses nacionales como un todo integrado, y su relación con la política
de Estado a través de valores nacionales, el mismo que culmina con una
propuesta geopolítica de aplicación a la realidad nacional contrastando
experiencias extranjeras, que permiten plantear al país nuevos lineamientos de
acción contemporáneos para diseñar una estructura nacional empeñada en
cristalizar una política integrada de Estado.
Introducción
Cultivar el pensamiento en una persona es formar ideas y conceptos en
su mente, relacionándolos unos con otros. Pensar es un ejercicio mental
imprescindible para decidir bien al extremo de definir la propia existencia,
según sostiene el aforismo cartesiano «cogito-,
ergo sum», y pensar con criterio estratégico y geopolítico es reflexionar
con plena conciencia y convicción de la estrategia como arte y ciencia de la
dialéctica aplicada al fenómeno nacional, esto es, pensar con la capacidad de
afrontar una oposición a los intereses nacionales como un todo sistémico, así
como reflexionando en la geopolítica por la importancia del espacio en las
políticas públicas nacionales con un enfoque integrado.
Hoy vivimos nuestras actividades cotidianas ─profesionales y personales─,
tanto en roles de seguridad nacional como de desarrollo sostenible aplicando el
criterio estratégico y geopolítico, que de una acepción estrictamente militar
se ha trasladado a una concepción cotidiana, individual y colectiva, con
especial énfasis en las actividades de gestión de empresas y de gobierno de
instituciones, pasando así del arte de conducir operaciones militares a la
habilidad de dirigir empresas o del gobierno del propio Estado, figuras que
tuvieron su origen en la actividad castrense y que ahora forman parte
inseparable del glosario de términos en empresas, instituciones de la sociedad
y del Estado.
El origen de la estrategia se remonta a los orígenes de los ejércitos,
y se expresa en la cultura occidental a través de la palabra griega «estrategeia», la misma que proviene del concepto
de estrategos o arte del general en la guerra, y de la fusión de dos términos: «stratos» (ejército) y «agein» (conducción).
El pensamiento estratégico
se convierte en principal aporte de la cultura militar a la comunidad
intelectual contemporánea, empeñada hoy en formar líderes y ejecutivos en el
razonamiento dialéctico por competitividad —esto es, por relaciones con
oposición—, para facilitar luego mediante el planeamiento estratégico aplicado
el desarrollo y crecimiento cooperativo de empresas e instituciones en forma
sostenible.
Por otro lado, el pensamiento geopolítico desarrollado por el ser
humano desde sus orígenes por percepción intuitiva y subjetiva de su ubicación
y el entorno, es una relación de tensión espacial entre centro y periferia, que
se manifiesta en la trascendencia del espacio en la gran estrategia nacional, relacionando
el proceso estratégico al de las políticas de Estado en forma total e integral
en el ámbito nacional.
Tales criterios, estratégico y geopolítico, se han trasladado de sus
instituciones de origen al mundo empresarial, caracterizado por ser
interdependiente y cambiante en un ambiente muy competitivo y violento,
situación que motiva estudiar e investigar corrientes de pensamiento que
aplicadas al desarrollo y bienestar provienen de la defensa y seguridad del
Estado en la búsqueda del bien común nacional.
Nos centramos en el ámbito nacional del pensamiento estratégico y geopolítico
aplicado, por el desafío que representa diseñar y construir una estructura
espacial eficiente para el desarrollo y la seguridad del país, como instrumento
fundamental de una política nacional integrada de Estado, y en particular al
interés académico de abordar en este ensayo un ejercicio práctico del proceso estratégico
y geopolítico aplicado a nuestra realidad nacional.
Abordamos el estudio de los intereses nacionales con un enfoque de
política pública nacional integrada, mediante el análisis de la realidad
nacional aplicando el pensamiento estratégico y geopolítico al ámbito nacional,
espacio de dominio nacional que interrelaciona intereses marítimos, andinos,
amazónicos, aeroespaciales y antárticos, elementos integrados por
características naturales del territorio nacional.
Este ensayo académico ha sido estructurado en tres partes, la primera
trata sobre las bases del proceso estratégico y geopolítico, una segunda desarrolla
dicho proceso aplicado a la realidad nacional, y la última arriba a
conclusiones planteando retos y posibilidades apropiados a la seguridad
nacional y desarrollo sostenible, luego de aportar criterios geoestratégicos, a
fin de contribuir a contar con una efectiva política nacional integrada de
Estado.
El epígrafe que se presenta resume la idea central del pensamiento guía
aplicado con un enfoque integral de seguridad y desarrollo.
1. Bases del proceso estratégico y geopolítico:
conceptos y relaciones
La apreciación de la
realidad nacional sustenta el proceso del pensamiento estratégico y
geopolítico, que aplicado a la seguridad nacional y al desarrollo sostenible
del país nos exige percibir el fenómeno nacional como experiencia sensible y esfuerzo intelectual, a través del análisis
intuitivo y sistémico de los objetos
de la realidad nacional tal como son dados a la conciencia, y del análisis
razonado y sustentado a partir del cual se busca inferir rasgos esenciales de
la experiencia y del conocimiento.
La
experiencia y los conocimientos acumulados tanto en el país como en el
extranjero sobre aspectos de estrategia y geopolítica, constituyen valioso
material de estudio y sistematización, a fin de contribuir al desarrollo y
perfeccionamiento de una concepción de gran estrategia nacional así como al
diseño de una política integrada de Estado.
En tal sentido, las bases del proceso del pensamiento estratégico y
geopolítico aplicado al ámbito nacional comprenden el estudio sistémico de
conceptos y sus relaciones, que abarca temas tales como: historia y geografía, realidad
e intereses, política y estrategia, estrategia y geopolítica, geopolítica y
política, intereses y política, conciencia y cultura.
a. Historia y geografía
El pensamiento geopolítico ha evolucionado desde los orígenes de la civilización
humana, al inicio con sociedades históricas como la sumeria, helénica,
islámica, y cristiana, cuando el hombre pasa de la cultura nómada a la urbana,
al constituir ciudades ─pasando de recolector y cazador a dominar la
naturaleza─, con una percepción espacial nueva de relaciones de poder de centro
y periferia (Thompson 1979: 20), que aún mantenemos.
Esta concepción inicial se perfecciona con Aristóteles en su obra “La
Política”, al condicionar la política a las características geográficas de las
ciudades-estado griegas, pensamiento geopolítico que se desarrolla hasta
nuestros días, en dos grandes etapas demarcadas por un hecho histórico y
trascendental para la civilización humana: la Segunda Guerra Mundial (SGM),
evolucionando de un enfoque de defensa y seguridad en un extremo al de
desarrollo y bienestar en el otro.
Antes de la SGM, en 1904, Halford Mackinder (1861-1947) en Inglaterra
remarca el fundamento del pensamiento
geopolítico de esta primera etapa, sustentado en la influencia de las fuerzas
de la naturaleza en las relaciones espaciales del poder político mundial,
corriente de pensamiento predominantemente difundida por geógrafos que tiende a
confluir en esta etapa con Friedrich Ratzel (1844-1904) y Rudolf Kjellén
(1864-1922), culminando con Karl Haushofer (1869-1946) de la escuela alemana.
Después de la SGM, Jaime Vicens-Vives (1910-1960) en España precisa en
su “Tratado General de Geopolítica” (1950) el pensamiento geopolítico de esta
segunda etapa, sustentada en la influencia de las fuerzas del hombre en las
relaciones espaciales del poder en la política de los pueblos, corriente de
pensamiento que nace en la escuela francesa de historia con Fernand Braudel
(1902-1985), creador de la Geohistoria, pensando en que los geógrafos tengan más
en cuenta al tiempo y que los historiadores se inspiren en el espacio, ya que
el espacio y el tiempo son medios para el conocimiento de los hombres y sus
sociedades.
Geohistoria es disciplina indispensable en el estudio de la
geopolítica, porque permite explicar el comportamiento espacial de fuerzas en
sus diversas formas de poder y poderío, que actúan en las sociedades humanas a
través del tiempo, tanto en períodos de larga duración como en las coyunturas,
influyendo en distintas actividades ─con prioridad en la economía y la
cultura─; poder y poderío, que son objeto de estudio en geopolítica toda vez
que corresponde a la síntesis de fuerzas naturales y humanas que actúan entre
centro y periferia. (Doig 2010b: 111)
En ambas etapas de evolución del pensamiento geopolítico (Doig 2014a:
9), se mantiene una constante histórica que se expresa en la relación dinámica
entre una sociedad del pasado y la estructura geográfica que la sustenta, en “…
el estudio de un doble vínculo, de la naturaleza con el hombre y del hombre con
la naturaleza” (Braudel 1944: 78), esto es, entre fuerzas naturales y humanas
que influyen en las relaciones espaciales de poder, objeto de estudio de la
política de los pueblos y sociedades organizadas.
El aporte de la escuela peruana de historia a la evolución del
pensamiento geopolítico nace con “Geopolítica e Historia” (1946) de Emilio
Castañón (1917-1994), al identificar postulados geopolíticos por interpretación
de constantes históricas en contribución doctrinaria a la metodología para el
análisis geopolítico de la realidad nacional (Doig 2014b: 11), a fin de
contribuir a diseñar y construir sistemas espaciales de eficiencia con un
enfoque integral para la seguridad y desarrollo nacional. (Doig 1993: 65)
b. Realidad e intereses
Tenemos de un lado la apreciación de la situación que retrata la
realidad nacional con un enfoque estático y descriptivo, y del otro los
intereses nacionales que proyectan una relación de tensión desde una
perspectiva dinámica e interpretativa. Ambos conceptos se relacionan por elementos
comunes que comparten, aspectos tales como carencias y abundancias que plantean
necesidades, pero mantienen claras diferencias por elementos que los distinguen
en valores de los actores en cada contexto, respectivamente.
Los elementos comunes que interrelacionan la realidad nacional con los
intereses nacionales se expresan en necesidades, inferidas de rasgos esenciales
que la realidad demanda y los intereses nacionales requieren satisfacerlas.
Dado que, todos los peruanos tenemos el deber constitucional de proteger los
intereses nacionales (CPP 1993: art. 38º) la norma fundamental predetermina la
misión ciudadana del país como nación en su conjunto.
Los elementos no comunes que distinguen la realidad nacional de los
intereses nacionales se expresan en valores no compartidos entre los actores en
cada caso, precisándose que tales diferencias son el origen de controversias y conflictos,
mas no así los beneficios requeridos en bienes y servicios necesarios de
obtener o proteger que pueden dar lugar a negociaciones y acuerdos para
resolverlos.
La población, ecología y geopolítica son aspectos condicionantes para
el estudio de la realidad nacional, y son aspectos determinantes: lo jurídico,
económico, militar-policial, tecnológico e institucional. Por otro lado, los
aspectos relevantes al estudio de los intereses nacionales son la economía,
investigación científica, cultura, ecología y seguridad nacional. (CEEM 2008a: 38)
En suma, los intereses nacionales son el conjunto de actividades relevantes del ámbito nacional que constituyen un sistema de relaciones de tensión entre necesidades, reflejadas en carencias y abundancias de la realidad nacional, y beneficios a obtener para satisfacerlas programáticamente a corto, mediano y largo plazo. El ámbito nacional corresponde al espacio de soberanía y jurisdicción del Estado, que comprende en forma integrada y total los espacios marítimo, andino, amazónico, aeroespacial, antártico, y otros de interés nacional.
En suma, los intereses nacionales son el conjunto de actividades relevantes del ámbito nacional que constituyen un sistema de relaciones de tensión entre necesidades, reflejadas en carencias y abundancias de la realidad nacional, y beneficios a obtener para satisfacerlas programáticamente a corto, mediano y largo plazo. El ámbito nacional corresponde al espacio de soberanía y jurisdicción del Estado, que comprende en forma integrada y total los espacios marítimo, andino, amazónico, aeroespacial, antártico, y otros de interés nacional.
c. Política y estrategia
Los conceptos de política y estrategia se fusionan en cuanto a procesos
de elaboración mental basados en el razonamiento dialéctico, el mismo que
discurre por relaciones lógicas entre opuestos o contrarios —esto es, en
procesos caracterizados por el pensamiento estratégico—, dado que comparten
como elemento común el conflicto de intereses y acciones.
En estrategia el pensamiento y la acción son un continuo sin solución,
pues el pensar es una acción sujeta a valores. La política sin valores entra en
conflicto con la estrategia por esta discrepancia, así tenemos que: “el error de los líderes, […] consiste en
poner la estrategia al servicio de la política [las cursivas son nuestras],
en lugar de a la inversa. Es esto lo que justifica en la mayoría de los casos
el oportunismo, y produce una gestión incierta” (Gallego 2004: 203).
La política definida como ejercicio del poder público por el bien
común, y la estrategia como transformación del pensamiento en acción efectiva,
se interrelacionan con la filosofía definida por valores y principios
superiores que rigen la vida de relación, toda vez que se concibe el poder con
una nueva filosofía política de efectos positivos y capacidad productora en
suma de fuerzas múltiples, plurales y diseminadas (Foucault, citado por Gigli,
2006), poder constructivo que actúa en un país mega diverso como es el nuestro.
Esta nueva filosofía política trasciende la estrategia y compromete la
responsabilidad de los líderes y las organizaciones públicas y privadas, dado
que “… plantea la manera como la empresa intenta desarrollar sus negocios y, a
menudo, refleja el reconocimiento de su responsabilidad social y ética por parte
de la firma” (Hill 1999: 44).
Toda vez, que los intereses nacionales se relacionan directamente con
las políticas de Estado y las acciones con la estrategia nacional, y ambos con
los valores nacionales de dignidad, libertad, igualdad, justicia y diversidad
contenidos en la Constitución Política del Perú (CPP 1993: arts.1º,2º,139º), el
elemento esencial que distingue las políticas de las estrategias está en la
diferencia de valores que los configuran, esto es en valores no compartidos
entre los actores que intervienen en dicha relación. Situación que se hace
crítica cuando “el conflicto continuo sobre los valores, en particular cuando
es secreto y destructivo, debilita la vitalidad organizacional y se debe
detener” (Goodstein 1997: 177).
Por aplicación del pensamiento estratégico a políticas de Estado se
definen objetivos de política nacionales, o simplemente objetivos nacionales
(CAEN 2006: 192), sobre sólidas bases jurídicas contenidas en la Constitución
Política del Estado y los tratados internacionales vigentes.
El pensamiento estratégico es sistémico, todos los niveles de relación
entre política y estrategia están concatenados dado que son medios para
alcanzar el fin supremo del Estado. El escalón más bajo de la estructura del
Estado, también define políticas y estrategias que contribuyen a alcanzar
objetivos de los escalones intermedios y por tanto de los más altos de alcance
nacional, porque “la interdependencia es probablemente la piedra angular del
enfoque sistémico” (Herrscher 2005: 128).
En suma, toda política nacional se expresa en normas legales, y toda
norma legal de política pública se proyecta en el tiempo en planes estratégicos
institucionales.
d. Estrategia y geopolítica
La relación dinámica del pensamiento geopolítico tiene estrecha
vinculación con la naturaleza dialéctica del pensamiento estratégico al
sintetizar fuerzas o tensiones en oposición, para configurar un eficiente
sistema espacial de estructuras de poder de la sociedad organizada en
instituciones del Estado o de la propia sociedad civil.
La geopolítica es ciencia porque se sustenta en el estudio de la
realidad, en base a hechos científicamente probados, y es arte por el ingenio y
creatividad que demanda su diseño y construcción en base a la estrategia empleada.
El pensamiento geopolítico comparte con el pensamiento estratégico el
elemento espacial, componente condicionante con el elemento tiempo de la
estrategia; el componente determinante de la estrategia es la tecnología,
permitiendo distinguir entre dos disciplinas afines: geohistoria como ciencia
histórica y geopolítica como ciencia política, en la medida del rigor
científico del método aplicado al estudio e investigación de las mismas.
La influencia espacial en las relaciones de poder se expresa en el uso
del prefijo «geo», que al vincular el
pensamiento estratégico al geopolítico da lugar a formar el criterio geoestratégico,
útil en la búsqueda de soluciones espaciales al problema geopolítico planteado.
El concepto espacial del ámbito de poder nacional amplía el concepto inicial de
territorio, pues abarca todos los espacios de interés y soberanía nacional: marítimo,
continental, aeroespacial (ciberespacio), de seguridad y cultural.
d. Geopolítica y política
La geopolítica es una ciencia social que estudia las influencias del
poder y las fuerzas relativas que actúan en el espacio físico de un país
—configurando un sistema de relaciones espaciales—, a fin de contribuir en
forma eficiente en la conducción política del Estado. El pensamiento
geopolítico aplicado a la realidad nacional, en aspectos relacionados con el
ámbito de los intereses nacionales para el desarrollo y defensa nacional,
aporta criterios geoestratégicos con el propósito de contribuir a diseñar y
construir una efectiva política integrada de Estado.
Todo país empeñado en desarrollar políticas públicas con un enfoque
integrado debe responder a estructuras eficientes, a través de un sistema de
planeamiento estratégico que considere los intereses nacionales en conjunto un
sistema de intereses espaciales, esto es, de un espacio nacional total que
cuente “… en suma con todos sus caracteres físicos […] el espacio terrestre,
líquido y aéreo, esas tres dimensiones del hombre, con todas sus posibilidades
y todas sus riquezas y todas sus limitaciones” (Braudel 1944: 68); esto es, de
un todo integrado, que interactúa horizontalmente con los sectores y
transversalmente con los diversos niveles de gobierno, a fin de evitar el
compartimentaje en el proceso del planeamiento estratégico aplicado y la
fragmentación en su ejecución, con el propósito de favorecer la gobernanza del
país. (Doig 2011: 45)
El proceso holístico de una política integrada de Estado, desarrollado
a través de un sistema de planeamiento estratégico que integre los intereses
nacionales de país marítimo, andino, amazónico, aeroespacial y antártico en un
todo, empeñado en la búsqueda de “sistemas de eficiencia colectiva” (Castañón
1979: 15-19), con la finalidad de contribuir a la seguridad y desarrollo para
promover el bienestar general de la Nación (CCP 1993: art. 44), exige contar
con la estructura básica en la administración pública de un Ministerio de Integración,
que asuma las funciones del Sistema Nacional de Planeamiento Estratégico
(CEPLAN 2008), cohesionando en un todo integrado políticas públicas dispersas
contenidas en normas legales y planes estratégicos. (Doig 2012: 40)
e. Intereses y política
Así como las acciones se relacionan con la estrategia la política
responde a intereses, y ambas con los valores que comparten sus actores. Existe
vinculación relevante entre intereses y política de un Estado pues comparten un
elemento común muy especial: la identidad nacional, protegida por el Estado
según ley fundamental en cada uno de sus componentes étnicos, culturales y de
nacionalidad (CPP 1993: art. 2º.19 y 2º.21). Identidad que es el resultado de
“un proceso de construcción social continuo y permanente, producto a su vez de
la interrelación del individuo y sus comunidad nacional” (CEEM 2008b: 69).
El elemento común que relaciona los intereses nacionales con las
políticas de Estado, es en esencia la identidad nacional del país en estrecha
vinculación sistémica con las diversas expresiones culturales en su conjunto,
respecto de los intereses nacionales como país marítimo, andino, amazónico,
antártico y aeroespacial (CEEM 2008a: 209). La identidad nacional no puede
desligarse de las identidades andina, amazónica, antártica y aeroespacial del
país, porque conforma un todo de identidad nacional inseparable.
La identidad nacional es un elemento esencial de los intereses nacionales
por el sentido de propiedad de la población al bien común nacional en tanto
lazos étnicos y culturales que impulsan el desarrollo nacional, así como es un
elemento de la política nacional por el componente de la nacionalidad en razón
al vínculo jurídico político del ciudadano con el Estado.
El bien común nacional es en suma el resultado final del proceso de los
intereses nacionales, toda vez que consiste en el conjunto de condiciones
requeridas por la vida de relación social, para satisfacer las necesidades
básicas del ser humano a fin de contribuir a alcanzar su realización plena en
el ámbito nacional.
La naturaleza de la identidad nacional de un país está en el sentido de
fidelidad de la población con el ámbito nacional y se compone de dos elementos
esenciales, de un lado el sentido de pertenencia de la población con su
comunidad nacional en términos de educación y cultura, y en otro extremo el
sentido de propiedad individual y colectiva en su esfera de actividad particular
tutelada por el Estado en términos de intereses individuales y colectivos.
Así como la identidad nacional es la fuerza impulsora de los intereses nacionales,
los intereses nacionales son la fuerza impulsora del desarrollo nacional, y
ambas fuerzas está orientadas hacia una política integral del Estado de
seguridad estable y desarrollo sostenible.
La concepción del sistema de planeamiento estratégico del Estado
empeñado en desarrollar políticas nacionales con un enfoque de política
integral debe responder a estructuras y procesos eficientes, considerando los
intereses nacionales como sistema que interactúa horizontalmente con los sectores
y transversalmente con los diversos niveles de gobierno, a fin de evitar el
compartimentaje en el proceso del planeamiento estratégico aplicado y favorecer
la gobernabilidad del país. (CEPLAN 2008)
f. Conciencia y cultura
En la primera fase del proceso del pensamiento estratégico y
geopolítico nacional, de apreciación de la realidad nacional como fenómeno de
análisis mental, surge el aspecto del conocimiento consciente y subconsciente
como elementos esenciales de la conciencia nacional de la población. Tales
elementos tangibles e intangibles, en la formación de la conciencia nacional se
materializan en la educación y en la cultura desarrollada en el propio país. En
esta relación, entre conciencia y cultura, el eslabón fundamental se encuentra
en la educación, que se convierte en elemento imprescindible de la conciencia e
identidad nacional en todo espacio del ámbito nacional.
La cultura nacional es respuesta de las diversas expresiones de la
cultura de un país en su conjunto, toda vez que esta última es integral y
comprende como supra sistema, intereses e identidades componentes de un todo
que es mayor a la suma de sus partes, nuestro caso es el de un país mega
diverso con una diversidad cultural en intensa interactividad.
Un país diverso sin niveles de educación mínimos se ubica en su entorno
en posiciones relativas inaceptables de competitividad, y sin un sistema de
protección y promoción de la cultura nacional en sus diversas manifestaciones
carece de proyección institucional como Estado.
La conciencia nacional sostenida en conocimientos adquiridos en la
educación básica y la cultura nacional proporciona al poblador sentido de
pertenencia al medio, y los intereses nacionales convertidos en fuerza
impulsora del desarrollo sostenible le dan al poblador sentido de propiedad de
bien común, contribuyendo ambos elementos a formar el sentido de fidelidad del
poblador con el ámbito nacional y conformar su identidad nacional.
El pensamiento estratégico y geopolítico nacional fluye en esta
situación de interculturalidad, en relaciones de contrarios y en forma
sistémica, reconociendo al interior del país la existencia de diversas culturas
que exigen un pensamiento propio y con relación al entorno la suma de energías
en un todo nacional interactivo con otros Estados, situación que exige en la
estructura del Estado el núcleo de un sistema cultural en armonía con el
sistema educativo nacional.
2. Proceso del
pensamiento estratégico y geopolítico: fases y ciclos
a. Primera fase: Apreciación estratégica
y geopolítica
Luego de fijar las bases del
proceso del pensamiento estratégico y geopolítico nacional en su fundamentación
fenomenológica, intuitiva, dialéctica y sistémica, sobreviene el análisis estratégico
y geopolítico de la realidad nacional en función de los intereses en juego,
esta es la primera fase del proceso del pensamiento geopolítico aplicado a los
intereses nacionales, vinculado al proceso mental de elaboración del pensamiento
estratégico: apreciación, concepción y acción, pues “son tres las etapas del
desarrollo de una nueva estrategia: análisis, planificación [toma de decisiones
estratégicas] y ejecución” (Bruce y
Langdon 2002: 8). Cabe señalar una cuarta etapa de retroalimentación inicial referida
a evaluar.
Nos encontramos en esta fase
pasando de un ciclo descriptivo a uno interpretativo siempre en constante
cambio, que se retroalimenta por apreciación continua durante todo el proceso,
con el propósito de determinar criterios geoestratégicos para la toma de
decisiones políticas.
El ciclo descriptivo exige
la percepción sensible y razonada de la realidad nacional mediante un listado
priorizado de actividades y tensiones o fuerzas relevantes al análisis estratégico
y geopolítico, que se formula mediante una matriz plana con el propósito final
de configurar un sistema espacial eficiente para los intereses nacionales.
Partimos de un esquema de apreciación de la realidad nacional en aspectos
prioritarios que nos permitirán aplicar principios geopolíticos que devienen de
constantes históricas, para determinar necesidades espaciales afines a los
intereses nacionales.
El esquema de estudio de los
intereses nacionales comprende factores dinámicos del estudio de la realidad
nacional, relacionados con actividades económicas tales como el mercado,
recursos, industria y comercio, así como actividades culturales, ecológicas y
científicas vinculadas con la identidad nacional y la innovación para el
desarrollo sostenible y la seguridad nacional, que nos permitirán a su vez
determinar por trabajo en equipo y en decisión colegiada las variables de
análisis estratégico y geopolítico.
El ciclo interpretativo
comprende la contrastación de variables de análisis, que confronta factores de
fortaleza y debilidad propios con oportunidades y amenazas del entorno, a fin
de definir criterios de riesgo, potencialidad, desafío y limitación para la
toma de decisiones geoestratégicas, y luego determinar necesidades en cada
caso. Determinadas las necesidades para cada criterio estaremos en condiciones
de pasar a la segunda fase del proceso del pensamiento estratégico y
geopolítico nacional, que se inicia con el siguiente paso: determinar
requerimientos para precisar objetivos.
Los principios geopolíticos,
identificados fundamentalmente por constantes en las relaciones espaciales del
poder en la historia de las sociedades culturales, respecto de la geografía que
las ha sustentado, corresponden a diez postulados primordiales que facilitan la
lectura geopolítica de la historia (Castañón 1946: 24), como sigue:
Centralidad (1): Núcleo de cohesión. Toda relación espacial posee una
posición central desde la cual se puede dominar o armonizar mejor
sistémicamente dicho espacio.
Tensionalidad (2): Relaciones de tensión. Interacción de
fuerzas de dominación o poderío espacial sobre la periferia. Factores:
Político, Económico, Social, Tecnológico y Cultural.
Vialidad (3): Líneas de interrelación. Rutas o vías
que intercomunican el área nuclear con la periferia. Factor Geovial: rutas,
pasos, canales, estrechos, islas, etc.
Iteratividad (4): Síntesis de la dialéctica de tensiones. Resultado
del proceso de flujos y reflujos de fuerzas entre el centro y la periferia.
Institucionalidad (5): Interacciones del poder. Instituciones
interdependientes en la relación espacial que conforman estructuras de un
sistema de eficiencia. Instituciones agrupadas en seis categorías: jurídica, administrativa,
económica, militar-policial, tecnológica y cultural.
Concentralidad (6): Zonas de poder del ámbito de dominio.
Espacios circundantes a un área nuclear que expresan grados decrecientes de
dominio o poderío del centro a la periferia.
Convertibilidad (7): Reconversión de zonas de poder. Proceso
gradual y continuo que posibilita redimensionar un sistema espacial de
eficiencia. Todo espacio vacío tiende a ocuparse.
Previsibilidad (8): Relaciones de causalidad. Proceso
retrospectivo de correlación, que posibilita resolver ucronías en la
reconstrucción lógica de hechos históricos.
Excentralidad (9): Líneas de frontera. Líneas temporales de
equilibrio existentes entre dos o más sistemas de tensiones dialécticas en las
relaciones espaciales de poder.
Conflictividad (10): Resolución de conflictos. Proceso
histórico de controversias sustentado en la relación espacial entre sistemas de
tensiones dialécticas.
La diferencia entre esta
primera fase del proceso del pensamiento estratégico y geopolítico nacional con
la similar del proceso estratégico, está en el paso intermedio de aplicación de
principios geopolíticos entre la percepción sensible y razonada de la realidad nacional
y la determinación de necesidades espaciales afines a los intereses nacionales.
El proceso mental dialéctico en estrategia es más amplio y general que en
geopolítica, porque precede y comprende al proceso del pensamiento político
concebido por la gran estrategia, distinguiéndose por su especificidad en el
influjo espacial del poder político en la realidad nacional. (Doig 2010a: 70)
El estudio de los intereses nacionales
comprende aspectos relevantes de la realidad nacional, relacionados
prioritariamente con aspectos jurídicos de origen en la legislación y la
costumbre, económicos tales como el mercado, recursos, industria y comercio,
así como con aspectos culturales y educativos, científicos y tecnológicos, y
ecológicos vinculados con la identidad nacional y la innovación para el
desarrollo sostenible, así como en aspectos de defensa y seguridad nacional,
que nos permitirán a su vez priorizar variables de análisis por trabajo en
equipo, definiendo tensiones dialécticas entre centro y periferia, para
configurar sistemas espaciales eficientes al desarrollo y seguridad nacional.
La
estructura espacial eficiente del Estado se configura con instituciones de
séxtuple naturaleza, donde la cultura marca la diferencia. Cuando la cultura
crece, el Estado se expande. (IEHMP 2016: 44)
El ciclo interpretativo
comprende el diseño y solución de la matriz dinámica de variables
interdependientes, obtenida de la matriz plana de tensiones o fuerzas
relevantes al análisis estratégico y geopolítico, que confronta factores
primordiales de fortaleza y debilidad propios con oportunidades y amenazas del
entorno, a fin de definir criterios geoestratégicos de riesgo, potencialidad,
desafío y limitación para la toma de decisiones políticas, en beneficio de una
eficiente conducción del Estado, precisando necesidades espaciales en cada
caso. Determinadas las necesidades para cada criterio estaremos en condiciones
de pasar a la segunda fase del proceso del pensamiento estratégico y geopolítico
nacional, que se inicia con el siguiente paso: determinar requerimientos para
precisar objetivos.
(1)
Matriz plana: actividades y variables intervinientes prioritarias
Agotado
el estudio de la realidad nacional se desarrolla por toma de decisiones colegiadas
en equipo un listado exhaustivo de variables internas y externas
interdependientes, tomadas del entorno interno y externo de la organización del
Estado, a fin de diseñar y construir la matriz estática en todas y cada una de
las actividades relevantes al estudio de los intereses nacionales, para el
análisis geopolítico subsiguiente.
(i) Aspectos jurídicos:
legislación y costumbre
Fortaleza: Políticas públicas sustentadas en el sistema jurídico
nacional.
Debilidad: Legislación dispersa en políticas públicas nacionales.
Oportunidad: Planeamiento estratégico de políticas públicas nacionales.
Amenaza: Ejecución ineficiente de políticas públicas
nacionales.
(ii)
Aspectos económicos:
comercio y transporte
Fortaleza: Posición
geoestratégica y riqueza de recursos naturales.
Debilidad: Infraestructura de transporte y
portuaria deficitaria.
Oportunidad: Crecimiento de la demanda de
servicios y recursos naturales.
Amenaza: Alta competitividad en la oferta
de servicios y tecnología.
(iii) Aspectos de
administración: pública y privada
Fortaleza: Políticas
públicas con base en la administración estratégica.
Debilidad: Estructuras espaciales deficientes en la administración
pública.
Oportunidad: Alta demanda privada de
competitividad administrativa pública.
Amenaza: Alta oferta de competitividad
administrativa privada.
(iv)
Aspectos
culturales: educación e identidad
Fortaleza: Diversidad
cultural en el ámbito nacional.
Debilidad: Capacitación técnica deficiente
afecta identidad nacional.
Oportunidad: Crecimiento de la demanda de servicios
logísticos nacionales.
Amenaza: Alta competitividad en el
desarrollo educativo y cultural.
(v)
Aspectos de
innovación: científicos y tecnológicos
Fortaleza: Resistencia
ingenio y capacidad creativa del poblador nacional.
Debilidad: Deficiente inversión
en investigación científica y tecnológica.
Oportunidad: Crecimiento del comercio en la
cuenca del Pacífico.
Amenaza: Alta competitividad en el
desarrollo científico y tecnológico.
(vi)
Aspectos
ecológicos: intorno y extorno
Fortaleza: Megadiversidad
de recursos naturales.
Debilidad: Alta concentración de contaminantes del medio ambiente.
Oportunidad: Alta demanda de inversión en
proyectos extractivos y energéticos
Amenaza: Alto costo tecnológico en la
explotación sostenible de recursos.
(vii)
Aspectos de
defensa y seguridad: interna y externa
Fortaleza: Experiencia
y capacidad estratégica de información y vigilancia.
Debilidad: Alta centralización de medios y recursos para la defensa y
seguridad.
Oportunidad: Alta demanda de control
estratégico nacional.
Amenaza: Alta oferta de tecnología en
sensores y armas.
(2)
Matriz dinámica: análisis
geopolítico de variables intervinientes
primordiales
Luego de listar las
variables por aspectos determinantes de la realidad nacional en función de
actividades relevantes a los intereses nacionales para el análisis geopolítico,
se determinan por toma de decisiones en equipo las variables interdependientes
primordiales constituidas por tensiones dialécticas entre centro y periferia,
para diseñar la respectiva matriz
dinámica y proceder a su contrastación por relaciones lógicas.
Para
el caso aplicativo al proceso de pensamiento estratégico y geopolítico, se han
priorizado colegiadamente las siguientes variables interdependientes como
primordiales, a fin de diseñar, construir y resolver la matriz dinámica que
sintetiza la situación nacional:
Fortaleza: Políticas públicas
sustentadas en el sistema jurídico nacional.
Debilidad: Políticas públicas dispersas y
desarticuladas.
Oportunidad: Crecimiento del comercio en la
cuenca del Pacífico.
Amenaza: Alta competitividad económica en
mercados globales.
(3)
Criterios para la toma de decisiones políticas
Al
contrastar cada variable interdependiente se configuran cuatro cuadrantes en el
diagrama cartesiano, que en sentido anti horario facilitan definir criterios o
elementos de juicio geoestratégicos para la toma de decisiones políticas. Los
dos primeros cuadrantes permitirán determinar posibilidades de riesgo y
promoción, y los últimos retos de superación y de alianzas. En cada cuadrante y
para cada criterio será posible determinar la necesidad espacial respectiva.
(i) RIESGO: Perder la ventaja comparativa de
la posición estratégica del país en la sub región sobre otros mercados.
NECESIDAD: Consolidar la
posición estratégica para el desarrollo sostenible y la seguridad nacional.
(ii) POTENCIALIDAD: Diseñar y construir estructuras
espaciales internas eficientes a la seguridad y desarrollo del país.
NECESIDAD: Potenciar las fuerzas económicas y de seguridad internas.
(iii) DESAFÍO: Integrar políticas públicas establecidas en normas y planes.
NECESIDAD: Cohesionar las relaciones espaciales internas elevando
el nivel de desarrollo de infraestructura geovial en el país.
(iv) LIMITACIÓN: Poca capacidad administrativa del Estado para gestionar
políticas públicas integradas de desarrollo y seguridad.
NECESIDAD: Crear
confianza y seguridad de la administración pública en sí misma.
b. Segunda fase: Concepción geopolítica
Esta
segunda fase del proceso estratégico y geopolítico comprende el momento de
formar decisiones preliminares sustentadas en criterios obtenidos del análisis
de variables interdependientes prioritarias, expresadas en necesidades de la
realidad nacional, con relación al espacio nacional, sub regional y regional;
con el propósito de configurar estructuras espaciales eficientes con visión de
futuro en el desarrollo y seguridad del país, a fin de contribuir con el
bienestar general de la nación por deber primordial del Estado. (CPP 1993: art.
44)
La
preparación individual de revisar criterios para tomar decisiones colegiadas en
equipo es fundamental a fin de desarrollar el proceso de pensamiento estratégico
y geopolítico aplicado, y en especial para la formación de un liderazgo
institucional y nacional, porque “tener la visión o establecer metas
visionarias no es suficiente; […] se debe compartir [en equipo] pues sólo se
llena de vida cuando se comparte. Debe involucrar directamente a los seguidores
y darles poder” (Goodstein 1997: 52).
Las
decisiones preliminares a tomar estarán inicialmente referidas a precisar
requerimientos vinculados con necesidades que predeterminarán objetivos por
alcanzar, siempre con relación a un propósito estratégico y geopolítico
expresado en la visión institucional o nacional: “a una descripción de la
posición competitiva que la empresa desea alcanzar durante un período
determinado de tiempo y de las capacidades centrales que deberá adquirir para
llegar hasta allí” (De Kluyver 2001: 15).
En
esta fase discreta, que también se sujeta a un ciclo cerrado de apreciación y
supervisión continua, se evalúan posibilidades y retos que definirán políticas
a seguir para cada objetivo.
(1)
Toma de decisiones geoestratégicas
Luego
de determinar necesidades espaciales para cada criterio definido en su
respectivo cuadrante, se precisa el requerimiento en cada caso a fin de cumplir
el propósito geopolítico de contribuir con el desarrollo y la seguridad del
país para alcanzar el bien común nacional, con visión de futuro y valores por
toma de decisiones colegiadas en equipo. El objetivo expresado refleja el
objeto requerido en recursos y capacidades, a fin de promover y proteger los
intereses nacionales.
Los
retos y posibilidades representan lineamientos guías de gran estrategia nacional
para las políticas públicas a fin de alcanzar los objetivos trazados, definidos
para el presente ensayo académico como propuesta de política nacional
integrada, tomando por referentes principales a la Unión Europea (UE
2008-2010), y a la OEA (CEPAL 2012), en cuanto a la aplicación del enfoque comparativo
de políticas públicas.
(i)
Necesidades y requerimientos del criterio riesgo
Riesgo: Perder la ventaja comparativa de
la posición estratégica del país en la sub región sobre otros mercados.
Necesidad: Consolidar la
posición estratégica por cohesión interna para el desarrollo sostenible y la
seguridad nacional.
Requerimiento: Adoptar precauciones
para el desarrollo sostenible y la seguridad nacional.
RIESGO.
OBJETIVO 1: Base constitucional de la política nacional de Estado.
Posibilidades:
¿Qué puedo hacer para neutralizar amenazas?
Posibilidades de protección
Política Integrada de Estado. Desarrollo
del proceso político y estratégico del Estado por sistemas espaciales
sustentados en intereses nacionales de país marítimo, andino, amazónico,
aeroespacial y antártico, a través de un núcleo de integración intersectorial
de normas y planes de políticas públicas centralizado y de ejecución
descentralizada, con base jurídica en norma constitucional que llene de
contenido espacial el concepto de intereses nacionales.
Interculturalidad sistémica y
espacial. Desarrollo
sostenible de los intereses nacionales en base a la reforma del Estado, que
contemple la configuración espacial del Ministerio de Cultura como eje central
del sistema de políticas públicas culturales integradas, en un proceso
estratégico y geopolítico de interculturalidad sistémico inverso al concebido
para la administración pública, de ejecución centralizada y planificación
descentralizada.
Información y vigilancia nacional.
Desarrollo
integrado e intersectorial en el proceso de recopilación, tratamiento y
presentación de datos e información nacional, así como en la coordinación de
actividades de vigilancia y seguimiento en el ámbito nacional e internacional.
La integración e interconexión de fuentes de información y redes de vigilancia
están estrechamente vinculadas con la protección del medio ambiente para el uso
seguro de tierra, mar y aire, en armonía con los espacios marítimo, andino,
amazónico, aeroespacial y antártico, para fomento de la ciencia y la
investigación así como de la innovación tecnológica.
Aguas transfronterizas. Promover el desarrollo
sostenible del uso compartido de aguas transfronterizas con los Estados
limítrofes mediante convenios internacionales con especial interés en la
explotación de recursos naturales renovables para beneficio de las poblaciones
ribereñas, a fin de contribuir a desarrollar políticas públicas integradas en
el país y en la sub región.
Biodiversidad nacional. Promover la protección del
medio ambiente nacional y la biodiversidad de los recursos genéticos del país en
las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional mediante acuerdos de
ejecución multilateral, privilegiando el accionar en bloques de países de
interés en la subregión, a fin de comprender y defender mejor las cuestiones
medioambientales y socioeconómicas subyacentes.
Innovación nacional. Desarrollar
una economía nacional próspera y sostenible, apoyada en la investigación
científica y tecnológica así como en la innovación, a fin de afrontar los
desafíos de la contaminación del medio ambiente y de los cambios climáticos
sobre el planeta.
(ii)
Necesidades y requerimientos del criterio potencialidad
Potencialidad: Diseñar y construir estructuras espaciales internas eficientes para el
desarrollo y la seguridad del país.
Necesidad: Potenciar las fuerzas económicas y de seguridad internas.
Requerimiento: Integrar sistémicamente por
espacios nacionales políticas públicas sustentables reguladas por normas legales
y planes estratégicos.
POTENCIALIDAD.
OBJETIVO 2: Uso sostenible del territorio nacional.
Posibilidades:
¿Qué puedo hacer para aprovechar oportunidades?
Posibilidades de promoción
Política Integrada de Estado. Contar
con la Comisión Ordinaria del Congreso de la República de intereses marítimos,
andinos, amazónicos, aeroespaciales y antárticos, como núcleo del sistema
integrado de políticas públicas establecidas por normas legales y sus
reglamentos, contando con el Ministerio de Integración que asuma la función de
cohesionar en forma sistémica y por espacios nacionales las políticas públicas
reguladas en normas legales y planes estratégicos, a fin de garantizar la
revisión jurídica de la legislación en políticas públicas, así como la
actualización del planeamiento estratégico nacional, y contribuir a evitar el
compartimentaje y la fragmentación de las políticas nacionales.
Puertos y logística.
Desarrollar los puertos y las ciudades portuarias en armonía con el entorno y
con un enfoque de política total e integrada, abordando los aspectos logísticos
de sus capacidades como eslabones de la cadena logística nacional e internacional,
facilitando la expansión sostenible de los terminales marítimos y una mejor
utilización de la red sub regional de puertos en conexión con terminales aéreos
y terrestres, en un creciente contexto de competencia por el espacio en los
puertos y sus inmediaciones, así como su proyección a explotar el potencial
turístico y cultural de las ciudades portuarias.
Transporte marítimo. Desarrollar
una política de transporte marítimo nacional, interesa no sólo al propio sector
sino también al desarrollo futuro de la economía nacional en apoyo a las zonas
costeras. La supresión de obstáculos a la navegación de cabotaje resulta
positiva tanto para el crecimiento descentralizado como para el desarrollo
económico sostenible, y consolida la integración de la política de transporte
con la política medioambiental, facilitando la transferencia de carga del
transporte por carretera al efectuado por mar. (Doig 2015: 20)
Contaminación terrestre y marina. Reducir
los altos niveles de contaminación terrestre y marina por la emisión de
sustancias procedentes de ciudades y fábricas, ríos y buques en particular en
puertos y zonas costeras, y del cambio climático, ampliando el conocimiento e
investigación de nuevas tecnologías para la reducción de la contaminación.
Agrupaciones multisectoriales. Incrementar la cooperación y fomentar la coordinación y la
integración efectivas de las políticas públicas relacionadas con el espacio a
nivel interno y en bloques de integración sub regional a nivel externo, a fin
de promover una política nacional integrada horizontalmente entre sectores y
transversalmente entre países de la sub región, para ganar mayor competitividad
en mercados globales y reducir riesgos por crisis en otras regiones.
Zonas de alta mar. Promover
el desarrollo de pesquerías de alta mar en función del bienestar de las
comunidades costeras, el medio ambiente marino y la interacción de la pesca con
otras actividades, a fin de favorecer una política pesquera integrada en la
subregión que responda a una estrategia ecosistémica del medio ambiente marino,
empeñada en eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada en aguas
propias y en alta mar.
Turismo nacional. Promover
el desarrollo del turismo nacional en forma sostenible y competitiva como un
sector capital de la economía nacional, fomentando vínculos de relación entre
la industria turística y los demás sectores económicos en plena integración de
exigencias medioambientales, a fin de transformar los conflictos potenciales en
ventajas competitivas.
(iii)
Necesidades y requerimientos del criterio desafío
Desafío: Integrar políticas públicas
establecidas en normas y planes.
Necesidad: Cohesionar las
relaciones espaciales internas elevando el nivel de desarrollo de
infraestructura geovial en el país.
Requerimiento: Promover la inversión y reinversión en infraestructura de
transportes, en puertos y aeropuertos.
DESAFÍO.
OBJETIVO 3: Desarrollo geovial del país.
Retos: ¿Qué debo
hacer para superar debilidades?
Retos de superación
Defensa y seguridad nacional. Promover
la desconcentración de medios y recursos de defensa y seguridad nacionales, a
fin de impulsar zonas geoeconómicas de dominio nacional para contribuir a
cohesionar el Estado en forma eficiente e integrada ─interna y externamente─,
como país marítimo, andino, amazónico, aeroespacial y antártico.
Carreras y empleo nacional. Promocionar
carreras técnicas para promover el empleo masivo de la población, generando
medidas que ofrezcan mayores atractivos a profesiones operativas, mejoren las
condiciones de trabajo en los diversos espacios nacionales e incrementen la
calidad de su preparación y conocimientos, a fin de garantizar el desarrollo y
la seguridad, y la protección del medio ambiente.
Recursos energéticos nacionales. Desarrollar
la infraestructura y el transporte de la energía por aguas jurisdiccionales en
armonía con el desarrollo y la seguridad nacional, el crecimiento del comercio
mundial de la energía, las importaciones en la subregión y el desarrollo de
tecnologías y recursos energéticos, a fin de contribuir a una política
integrada, estable y duradera que facilitará las inversiones en
infraestructuras energéticas transfronterizas y otras de interés común.
Ecosistemas nacionales. Desarrollar políticas nacionales
con un enfoque sistémico e integrado de la gestión de las actividades
productivas, sustentado en los ecosistemas y en una estrategia medioambiental integrada,
destinada a garantizar la sostenibilidad de la economía nacional, tanto en la
gestión de la producción como en las prácticas empresariales de impacto
medioambiental.
Información socioeconómica nacional. Promover medidas de
seguimiento e información estadística de datos socioeconómicos del país en
favor de sectores y niveles de gobierno, a fin de producir instrumentos de
política cooperativa por coordinación (horizontal) y competitiva por
subordinación (vertical) que apoyen a legisladores y ciudadanos a interconectar
sus actividades, para el desarrollo de una política total e integrada de
Estado.
Adaptación al cambio climático. Desarrollar
una política nacional integrada de protección y prevención de riesgos y sus
repercusiones económicas en las zonas interiores del país, debido a su
exposición a la mayor evolución y a los efectos del cambio climático sobre
tales zonas, a fin de mitigar y adaptar a la población al fenómeno climático.
(iv)
Necesidades y requerimientos del criterio limitación
Limitación: Poca capacidad
administrativa del Estado para gestionar políticas públicas integradas de
seguridad y desarrollo.
Necesidad: Crear confianza y seguridad de la
administración pública en sí misma.
Requerimiento: Gestionar apoyo de
la cooperación internacional para regular la carrera profesional del
administrador público.
LIMITACIONES.
OBJETIVO 4: Fomento de la identidad nacional.
Retos: ¿Qué debo
hacer para soportar limitaciones?
Retos de alianza
Centro de Estudios Estratégico-Nacionales.
Promover la creación y desarrollo de una entidad pedagógica pública o
privada al más alto nivel académico nacional, que contribuya a potenciar el
pensamiento estratégico y geopolítico nacional aplicado a los intereses
nacionales, así como a lograr el máximo desarrollo de la conciencia e identidad
nacional, con especial interés en la formación de líderes y ejecutivos
proyectados a ocupar los más altos cargos de las actividades nacionales.
Educación y cultura nacional. Desarrollar
una base de conocimientos y de innovación para los asuntos nacionales,
proponiendo los mejores instrumentos de política horizontal y vertical que apoyen a
legisladores y ciudadanos a asociar sus políticas e interconectar sus
actividades optimizando el uso de espacios de interculturalidad para el
desarrollo de una política total e integrada de Estado, y privilegiar el
estudio de la historia nacional en todos los niveles de enseñanza.
Intereses aeroespaciales. Promover
el conocimiento e investigación sobre los intereses nacionales en el espacio
aéreo que cubre el territorio del Estado y en la sub región con relación al
desarrollo sostenible y la seguridad nacional, a fin de contribuir al uso
cooperativo internacional de redes y sistemas de información y vigilancia (continental
y marítima) con países de interés, empleando avances de ciencia y tecnología
disponibles en alianzas estratégicas.
Intereses antárticos. Promover el conocimiento e
investigación sobre los intereses nacionales en el Continente Antártico con
relación a la protección del medio ambiente y la biodiversidad, la energía, el
transporte marítimo, la pesca, la tecnología antártica, el turismo y la
seguridad, a fin de sentar las bases de una profunda reflexión sobre el rol del
Estado en este ámbito de proyección e identidad nacional, que posibiliten
cristalizar una futura política nacional integrada.
Foros geopolíticos
internacionales. Promover la participación del país en foros
internacionales creados o por crearse, relacionados con estudios e
investigaciones geopolíticos de organizaciones internacionales, con particular
interés en la Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS), la Organización
Marítima Internacional (OMI), la Comisión Interamericana del Atún Tropical
(CIAT), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el
Proyecto Humboldt GEMCH, y el Organismo Regulador de Ordenamiento Pesquero para
la Alta Mar del Pacífico Sur (OROP), a fin de captar el apoyo internacional a
países en desarrollo con políticas nacionales integradas en arreglo a la
legislación internacional.
Día de integración nacional. Promover
la creación e institucionalización del día de integración nacional en armonía
con el día marítimo, andino, amazónico,
aeroespacial y antártico con el propósito de incrementar la conciencia e
identidad nacional de la ciudadanía al aumentar la visibilidad transversal de
los sectores y los intereses nacionales y fomentar las mejores prácticas para
el mantenimiento de los contactos y la relación con los grupos de interés espaciales,
a fin de apoyar el desarrollo futuro de un enfoque holístico e integrado de
políticas nacionales e internacionales.
(c) Tercera fase:
Visión Geopolítica
La tercera fase del proceso
del pensamiento estratégico y geopolítico aplicado al ámbito nacional,
corresponde a la expresión de la decisión geoestratégica a través de la
formulación de la visión geopolítica, que materializa el pensamiento en
criterios geoestratégicos, para la acción política empeñada en un auténtico
liderazgo institucional y nacional durante la ejecución política, monitoreo de
normas y planes, así como de la supervisión de la acción planeada.
Esta última fase discreta
del proceso del pensamiento estratégico y geopolítico también se sujeta a un ciclo
cerrado de apreciación y supervisión continua, permitiendo reforzar en la
formación de líderes y ejecutivos una clara predisposición proactiva frente al
entorno cambiante, de no solo diseñar el futuro sino de construirlo constantemente.
(Goodstein 1997: 55)
Los componentes básicos de una visión geopolítica al más alto nivel
institucional o nacional se proyectan para desarrollar un proceso de
planeamiento estratégico de políticas de Estado, finalmente a un “análisis de
soporte, y para comunicar e implementar la estrategia elegida” (De Kluyver 2001:
14), en tres niveles de objetivos: político, estratégico y operativo u
administrativo, esto es, al desarrollo de normas y planes en cada nivel.
(1) Visión Geopolítica Nacional
La expresión esencial de una decisión geoestratégica al más alto nivel
de una institución o de la nación debe responder a una secuencia de cinco
preguntas, que expresadas en un orden de
razonamiento lógico configuran el esquema básico de una visión geopolítica a
publicitar en esta fase de difusión y seguimiento.
PROPÓSITO: ¿Cuál es la
finalidad geopolítica del quehacer nacional?
(1) El desarrollo y
la seguridad de los intereses nacionales para promover el bien común nacional.
VISIÓN: ¿Cuál es el ser espacial de la organización
del Estado?
(2)
Perú, país cohesionado e integrado
espacialmente.
VALORES: ¿Cuáles son las
convicciones nacionales?
(3) Dignidad,
Libertad, Igualdad, Justicia y Diversidad.
OBJETIVOS: ¿Cuáles son los
resultados esperados por la comunidad nacional?
(4) Uso sostenible
del territorio; Base constitucional de intereses nacionales integrados por
contenidos espaciales; Desarrollo geovial del país; y Fomento de la identidad nacional.
POLÍTICAS: ¿Cuáles son los
lineamientos guías para lograr los objetivos?
(5) Retos y
posibilidades nacionales.
Retos de superación (6): Defensa y seguridad nacional; Carreras y
empleos tecnológicos; Recursos
energéticos; Ecosistemas nacionales; Información socio económica nacional, y
Adaptación al cambio climático;
Retos de alianza (6): Centro de
Estudios Estratégico-Nacionales; Educación y cultura nacional; Intereses aeroespaciales; Intereses
antárticos; Foros geopolíticos internacionales, y Día de integración nacional.
Posibilidades
de promoción (7): Ministerio
de Integración; Puertos y logística; Transporte
multimodal; Contaminación nacional; Agrupaciones
multisectoriales; Zonas de alta mar, y Turismo nacional.
Posibilidades
de protección (6): Política Integrada de Estado; Inter culturalidad sistémica y espacial;
Información y vigilancia nacional; Aguas transfronterizas; Biodiversidad nacional, e Innovación tecnológica.
(2) Liderazgo estratégico y
geopolítico
El desarrollo y monitoreo de normas legales y planes estratégicos de
políticas públicas nacionales responde a tres niveles de conducción en armonía
con los objetivos políticos, estratégicos y operativos u administrativos,
durante el proceso de ejecución del pensamiento estratégico y geopolítico nacional.
En esta etapa juega un rol clave el liderazgo estratégico y político,
esto es, la capacidad de conducción democrática —consensual, prudente y gradual—,
que legitime la autoridad responsable al más alto nivel de la organización del
Estado, pues “el liderazgo estratégico se refiere a la capacidad de articular
una visión estratégica [y geopolítica] de la compañía y la habilidad de motivar
a los demás a participar de esa visión” (Hill 1996: 26-27).
Estas características claves de los buenos líderes son: (1) visión,
elocuencia y consistencia, (2) compromiso, (3) mantenerse bien informado, (4)
disponibilidad para delegar y dar poder y (5) perspicacia política. (Hill 1996:
26-27)
PONENCIA
Los principales productos del proceso de pensamiento estratégico y
geopolítico aplicado a la realidad nacional son la visión a futuro y la
estructura espacial eficiente que la sostenga. La ponencia que propone el
presente ensayo se centra en una estructura sistémica e integrada, que
contribuya al desarrollo sostenible y a la seguridad nacional.
En tal sentido, la propuesta consiste en sistemar dos ejes del que
hacer nacional, el político y el estratégico, potenciando el eje horizontal de
relaciones de coordinación en estrecha vinculación de normas legales y planes
estratégicos, con respecto al eje vertical de relaciones de subordinación entre
los diversos sectores de Estado y niveles de gobierno.
Esta ponencia pretende atender dos falencias del actual sistema
republicano y democrático del Estado, que se aprecian en la realidad nacional:
el compartimentaje entre sectores y la fragmentación entre niveles de gobierno.
Para el sistema político nacional se propone una comisión ordinaria del
Congreso de la República, encargada de los intereses marítimos, andinos,
amazónicos, aeroespaciales y antárticos por tratarse de aspectos relevantes
para el país sustentable, como núcleo del sistema. Estructura espacial
eficiente por darle contenido a los intereses nacionales con un enfoque holístico e integrado.
Toda vez que la política es inseparable de la estrategia, la propuesta
de una estructura con contenido espacial eficiente consiste en potenciar el eje
de coordinación entre sectores del Estado mediante un nuevo sector de
integración, núcleo del sistema, llenando de contenido los intereses nacionales
al asumir las funciones de planificación estratégica del Estado, actualmente
asignadas al CEPLAN, con un enfoque integrado de desarrollo sostenible y
seguridad nacional.
La concepción estratégica y geopolítica que se plantea con la presente
propuesta tiene entre sus principales bondades y beneficios contribuir a la
cohesión e integración nacional con los medios y recursos disponibles mejor
estructurados.
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NOTA DEL EDITOR
* Contralmirante MGP. Colaborador del «ForoGeomarítimo».