LAS CIENCIAS SOCIALES Y LA CRISIS MUNDIAL
Oswaldo de Rivero*
Al no predecir ni siquiera lejanamente la caída del muro de Berlín, el colapso
de Wall Street, la persistencia de la actual crisis económica, la
indignación social mundial y la rebelión del mundo árabe, las
ciencias sociales han perdido confiabilidad en los medios académicos europeos y
norteamericanos.
Estas ciencias han probado que no pueden predecir eventos
humanos globales complejos porque, a diferencia de las ciencias duras como la
biología, la física y la química, no pueden repetir experimentos que le den
certeza a sus hipótesis. A esto se suma que las ciencias sociales, al estudiar
las relaciones humanas, no dejan de estar además, imbuidas de ideología.
De todas las llamadas ciencia sociales, la economía es hoy la menos confiable
porque influyó en las decisiones políticas que llevaron al mundo al Crash del
2008. Esto se debió, sobre todo, a que la economía “moderna” enseñada en las
universidades y las «business schools» de los Estados Unidos, usando
fórmulas matemáticas difundieron como ciencia, que el mercado se puede regular
solo. Los “modernos” economistas pretendieron así convertir la economía en una
ciencia exacta que tenía fórmulas que permitían que el capitalismo no tuviera
ciclos recesivos.
Hoy, estos economistas “modernos” están desprestigiados, Estados Unidos y
Europa casi arruinados y los economistas sensatos norteamericanos están
tratando de revisar los fundamentos de la ciencia económica organizados hoy en
un movimiento llamado: “The New Economy Movement”.
Lo cierto es que las ciencias sociales, sobre todo la economía, no tienen hoy
planteamientos creativos para salir de la crisis. Y esto, porque la actual crisis,
no es solo económica y social, sino una compleja crisis de
civilización.
En efecto, si examinamos la humanidad podemos afirmar que esta tiene hoy muchas
culturas pero una sola civilización, que es la civilización urbana global que
se expande imparable por todos los países sean estos pobres, ricos o con
diferentes culturas.
Esta civilización urbana planetaria ha hecho crisis porque es incapaz
de resolver dos problemas fundamentales para su viabilidad. Primero, no puede
sustituir su energía fósil que vomita gases que recalientan
peligrosamente el planeta. Segundo, tampoco puede cambiar sus patrones de
consumo que están creando escasez de agua, alimentos y convirtiendo al planeta
en un basurero.
Gran parte de los economistas y también de los sociólogos no se dan cuenta que
la actual crisis no es solo una grandiosa crisis económica
y social, sino una crisis de civilización, de un estilo de vida
urbano que es ecológicamente insostenible, que fue financiado por un
capitalismo especulativo que otorgó créditos riesgosos que crearon normes
deudas, tanto privadas como públicas, que hoy son impagables.
Si los “científicos” sociales quieren recobrar confiabilidad conociendo con
certeza hacia dónde se dirige la humanidad, será necesario que adquieran conocimientos
de las ciencias naturales, en particular ecológicas, para poder pensar en la
realidad física del planeta. Si hacen esto, los economistas podrían al fin
darse cuenta que el PBI mundial crece pero el planeta no.
* Embajador SDR. Artículo publicado en LaPr1mera» el 12/6/2012.
Consulta el 13/6/2012.
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