Sociedad y
Estado: participación ciudadana en las políticas públicas de fomento marítimo
nacional
Jean Jesu Doig Camino*
“Es deber del hombre ejercer, mantener y estimular por
todos los medios a su alcance la cultura, porque la cultura es la máxima
expresión social e histórica del espíritu”
OEA, 1948
Resumen
El artículo aborda la
participación ciudadana a través de organizaciones de la sociedad civil, en políticas
públicas sobre los intereses marítimos nacionales, planteando alternativas para
el ejercicio de este derecho fundamental que sostiene y sustenta el sistema
democrático del Estado.
Introducción
Al abordar este tema se pretende
contribuir con fortalecer las bases estructurales del sistema democrático
nacional desde un punto de vista académico, anteponiendo los intereses
nacionales ante cualquier interés político individual o grupal.
Del conjunto de
intereses nacionales nos motivan los intereses marítimos, comprendiendo en el
término marítimo la interrelación estrecha entre el mar, ríos y lagos
navegables que por razones geográficas especiales configuran al Perú como país
bioceánico.
Nos anima operativizar
el derecho fundamental a participar, en forma individual o asociada, en la vida
política, económica, social y cultural de la Nación, en un Estado que compromete
sus máximos esfuerzos a incorporar la participación
creciente de la población, para integración plena de la comunidad nacional, la movilidad
social y el régimen democrático.
Este artículo ha sido estructurado
en tres partes, la primera sobre antecedentes con definiciones conceptuales,
luego un breve análisis de experiencias y expectativas para finalmente arribar
a conclusiones. El epígrafe que se presenta orienta el objetivo del ensayo
académico.
1. Antecedentes:
relaciones conceptuales
El proceso democrático: orientado a un sistema político
eficiente
La relación entre
sociedad y Estado surge cuando la población asentada a un territorio se auto
determina vivir en forma organizada, y denomina Estado al ente al cual delega
el poder público (Hobbes 1651:
137), entidad de la cual forma parte efectiva cuando
participa activamente en las políticas públicas por su naturaleza soberana.
Sin embargo, el
principio de auto determinación de los pueblos sufre su primer embate en las
relaciones internacionales por el propio ente que creó al organizarse
colectivamente, y al interior de sus propios Estados cuando este abusa del
poder delegado, y lo margina de la actividad política pública.
Desde que nace
el Estado, la civilización humana continúa perfeccionando un régimen político
que garantice la participación ciudadana en las decisiones relativas a su
propio desarrollo, toda vez que es un derecho, responsabilidad, y condición
necesaria para el pleno y efectivo ejercicio de la democracia, porque promover
y fomentar diversas formas de participación ciudadana contribuye a fortalecer
la democracia como sistema político eficiente. (OEA 2001: 5)
La Carta Democrática
Interamericana establece que la OEA mantendrá consultas y cooperación continua
con los Estados Miembros, tomando en cuenta los aportes de organizaciones de la
sociedad civil que trabajen en esos ámbitos (OEA 2009), en claro reconocimiento
de la participación ciudadana en el diseño y construcción de nuevas políticas
públicas nacionales e internacionales.
La figura de la sociedad
civil prevalece en el Estado de Derecho, porque es un término que permite
distinguir entre ciudadanos iguales —al oficial o funcionario estatal del
particular, al administrado del administrador público—, diferenciándolos pero
sin discriminación alguna. (Congreso 1993)
El Estado compromete sus
máximos esfuerzos por incorporar la participación creciente de la población en
el diseño y construcción de políticas públicas, tanto en forma individual como
asociada. (Congreso 1994)
La cultura marítima: máxima expresión social e
histórica del espíritu nacional
Fomento marítimo es tarea del Estado y la sociedad en su
conjunto de contribuir a acrecentar el poder nacional, promoviendo el
desarrollo y la defensa del patrimonio marítimo, al
consolidar la conciencia marítima e identidad nacional mediante la exaltación
de valores espirituales cívico-patrióticos, difusión de la cultura e historia
marítima, la investigación y explotación de los recursos del mar. (Doig 1985:
65)
Es deber ciudadano
cultivar valores del espíritu con todas sus potencias y recursos porque el
espíritu es la finalidad suprema de la existencia humana y su máxima categoría
conceptual, así como la cultura es la máxima expresión social e histórica del
espíritu. (OEA 1948)
2. Participación
ciudadana: experiencias y expectativas en
el campo de los intereses marítimos nacionales
Experiencias en la sociedad peruana: políticas públicas
de fomento marítimo
La sociedad peruana
tiene su máxima expresión en la contribución al fomento marítimo nacional a una
centenaria asociación civil de ciudadanos —civiles y militares—, que trabaja en
forma apolítica, silenciosa y anónima por el desarrollo y defensa marítima, es la
Asociación Nacional Pro Marina del Perú —PROMARPE, institución
cívico-patriótica de fomento marítimo, que
por ser la más genuina organización patriótica de la sociedad civil, ha
sido reconocida por el Estado como "Institución de Carácter Nacional".
(Congreso 1922)
El 28
de agosto de 1909 se constituyó en Lima la Asociación Nacional en Pro de la Marina, institución
que surge de la integración de agrupaciones cívico-patrióticas formadas tanto
en la capital de la República como en provincias,
en respuesta a la imprevisión del Estado nacional, que trajo por resultado la
nefasta Guerra del Pacífico de 1879-1883.
(PROMARPE 1990)
La ciudadanía aprendió
la lección de 1879 y cultivando nobles virtudes cívico-patrióticas, se organizó
en agrupaciones apolíticas que
trabajaron con parecidos anhelos y similares aspiraciones a favor de
políticas públicas de los intereses marítimos, en 1881 con la Sociedad Patria y Libertad, en 1886
con la Liga Peruana, en 1890 con la Unión Nacional,
en 1904 con la Junta Patriótica, en 1907 con la Liga
Naval fundada en Mollendo y extendida por toda la República, que
logrando materializar sus
esfuerzos mediante el óbolo patriótico permitió al Gobierno de la época
cancelar la adquisición del Crucero Almirante Grau que
llegó al Callao en
1908.
Cuando en 1893 surgieron
graves dificultades que estuvieron a punto de
causar una ruptura entre Perú y Ecuador, se produjo en todo el país un gran fervor patriótico y
surgió la idea de adquirir una nave de guerra por erogación popular, este
movimiento nacional, culminaría con la fundación de PROMARPE en 1909. (Basadre 1970: 205)
Por último, en 1909 con
la Liga Patriótica Nacional que tuvo por objetivo reunir fondos
mediante un óbolo voluntario a fin de adquirir un Buque Escuela para la Armada,
iniciativa secundada por la Sociedad de Artesanos de Mollendo, la Liga
Universitaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y por la Sociedad
de Ingenieros del Perú.
La incorporación del
Buque Escuela apropiado para la Marina de Guerra ha sido y es una aspiración
institucional para PROMARPE desde su fundación, pretendiendo ser fiel
intérprete de un requerimiento impostergable y prioritario para la Armada
Nacional, precisamente en la formación inicial e integral de sus Oficiales, elemento
fundamental y efecto multiplicador del esfuerzo económico empeñado en la renovación del material de guerra naval, y consecuentemente
del poder marítimo de la Nación. (PROMARPE 2012: 1)
PROMARPE intentó al
crearse ser reflejo de similares organizaciones europeas de la época, pues
según su fundador el ingeniero Teodoro Elmore: "La iniciativa privada ha
creado aun en Inglaterra, Francia y sobre todo en Alemania, Ligas que asociando
a los buenos ciudadanos han llevado su concurso a la acción oficial, tanto
para allegar pequeñas sumas de dinero
que en conjunto forman enormes cantidades, cuanto para educar y encauzar el sentimiento público en
el sentido que conviene a los altos intereses de la patria." [...]
"Hemos implantado en el Perú igual procedimiento, bajo los auspicios
de la Sociedad de Ingenieros"
(PROMARPE 1909).
Con el tiempo el objetivo
secundario de educar y encauzar el
sentimiento público al que se refiere el fundador de PROMARPE, pasó a convertirse en el primero,
sin dejar por ello de apoyar las colectas nacionales que posteriormente pudiese formalizar el Supremo
Gobierno, al comprenderse que "tales movimientos espirituales, en los
que participaron tan lúcidas personalidades
se acompañaron de colectas de dinero, más que para ayudar económicamente
al Estado, para estimular a los hombres de
gobierno, a invertir lo adecuado de las rentas de la Nación en efectivos elementos de defensa de nuestra
gran frontera marítima" (Quesada 1961:
24).
El compromiso de fomento
marítimo con un enfoque cívico-patriótico deviene del ideario de PROMARPE, al aplicar
el pensamiento castillano, que se remarca: "En el caso de Castilla hubo
todavía algo más: el convertir al Perú en potencia marítima, la cual implica
una visión de gran formato" (Basadre 1961: 786).
La concepción marítima
de Castilla está relacionada estrechamente con la influencia que tienen las
líneas de comunicaciones marítimas, tanto oceánicas como fluviales y lacustres,
en la vida del Perú y de los Estados Americanos. (Vargas 1962: 204)
El objetivo específico
del fomento marítimo nacional debe ser alentar a todo peruano diligente en asumir
con responsabilidad e iniciativa personal o asociada, el rol ciudadano de país
marítimo —bioceánico y antártico—, que le corresponde al Perú en su vida como Estado,
misión providencial por su posición, extensión geográfica y recursos naturales en
el sub-continente americano.
Expectativas en la sociedad peruana: participar en políticas
públicas de fomento marítimo
Aplicando el método
comparativo al estudio de políticas públicas, se percibe que la sociedad civil
ha evolucionado en sus relaciones con el Estado, buscando pasar de la
participación ciudadana individual organizada por asociaciones civiles, a las
organizaciones de la sociedad civil en grandes foros o ligas, que agrupen
asociaciones afines a los intereses nacionales, evolución que posibilita crear condiciones
favorables para una efectiva participación ciudadana en políticas marítimas de
Estado.
En tal sentido, cabe la
posibilidad de contar con un espacio académico y cultural de expertos que
propicie la discusión abierta de grandes temas de fomento marítimo y la
problemática marítima nacional, en un marco de reflexión y tolerancia, con la
finalidad de promover la generación de aportes y propuestas para solucionar los
principales problemas de orden socio-económico del país, coadyuvando con la
seguridad y el desarrollo nacional.
El objetivo que se
propone es el de una conferencia anual de expertos y otros actores en la vida marítima
del país, con inquietudes compartidas, que traten en forma sistemática, objetiva
y académica, problemas relacionados con sus responsabilidades y misión, frente
a sus propias instituciones y ante el país respecto de los intereses marítimos
nacionales.
3. Conclusiones
a. La participación
ciudadana asociativa en grandes foros o ligas, son formas efectivas de
participación de las organizaciones de la sociedad civil, en políticas de
Estado sobre los intereses marítimos nacionales.
b. Los foros o ligas
marítimas son alternativas para el ejercicio del derecho fundamental a
participar en forma asociada, en la vida política, económica, social y cultural
de la Nación, que sostiene y sustenta el sistema democrático del Estado.
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Buenos Aires: Imp. López.
NOTA DEL EDITOR
* Contralmirante MGP. Colaborador de «ForoGeomarítimo».
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